viernes, 6 de marzo de 2009

La sociedad estática mexicana

Han pasado ya varios años desde que me empecé a preguntar el por qué de la situación actual (en todos los aspectos) de México. ¿Por qué no somos un país más desarrollado? ¿Por qué sigue existiendo tanta pobreza y desigualdad social? ¿Por qué no somos una potencia? Yo creo que la mayoría estará de acuerdo en que no son preguntas fáciles de responder, sin embargo me voy a atrever a dar una hipótesis que se me ha gestado en la mente gracias a varias experiencias que he tenido en los últimos años. En concreto, una de las razones por las que nuestro país no cambia es lo que yo llamo estaticidad social. La estaticidad social se refiere al hecho de que, por razones que a lo mejor pudieran ser objeto de estudio profesional, los mexicanos tendemos a pensar que toda situación o estatus social es un estado estático en vez de uno dinámico. Como los estados de agregación de la materia, líquido, sólido o gaseoso; en México existen ricos, pobres, políticos, empresarios, empleados, etc. Y aunque a través del calor un líquido puede pasar a estado gaseoso, o un sólido a líquido, lo más común es pensar en los objetos en su estado natural. Una piedra siempre será una piedra, a menos de que un evento improbable como que alguien la utilice en la construcción de una casa, o lava ardiente la funda. Esto mismo parece pasar en la sociedad Mexicana, pues cada persona tiende a actuar y a desarrollarse de acuerdo a su estado social natural, y a quedarse así, a menos de que un evento improbable suceda. El empresario tiende a desarrollarse y actuar como empresario, el empleado como empleado, el pobre como pobre, y el rico como rico. El político es el culpable de todos nuestros males, pero ¿qué le vamos a hacer? Mientras a mi no me perjudique, que hagan lo que quieran, al cabo que ellos son los políticos y yo no.

Hace algunos meses conocí a una estudiante de la ESB Business School, ubicada en Reutlingen, Alemania, y a quién he estado supervisando y asesorando informalmente en el desarrollo de su tésis la cual se enfoca a emprendedurismo social y microfinanzas. En una de nuestras conversaciones tocamos el tema del éxito que han tenido instituciones microfinancieras en México, una de las cuales es incluso un modelo a seguir en varios países ya que logró hacer una oferta pública inicial en la Bolsa Mexicana de Valores hace unos años. Sin embargo, esto resulta algo extraño ya que México tiene un gran problema en su sistema bancario pues existe una gran falta de crédito, además de que son muy pocos los bancos mexicanos que sobreviven. Por otro lado, es bien sabido que las insituciones microfinancieras, así como las cajas de ahorro y tipos similares de instituciones populares, cobran comisiones y tasas de interés altísimas aún cuando su mercado meta es la gente de menos recursos. Entonces, ¿por qué hay tanta gente que se acerca a pedir préstamos ahí? Más aún, ¿por qué tienen un bajo nivel de cartera vencida estas instituciones? Esto es precisamente porque su mercadotecnia ha funcionado a la perfección, enfocándose a la gente de bajos recursos y convenciéndola de que para ellos, son la mejor opción. Parece ser que a la gente pobre le atrae el hecho de que una institución se publicite como un "banco para pobres" incluso después de tantos fraudes de cajas populares, que dejaron a mucha gente sin sus ahorros. Es la misma razón por la cual Chalita (para la gente que no vive en San Luis, Chalita era una tienda de autoservicio que se caracterizaba por sus spots de radio con música ranchera y su lema "bien bara pa'l pueblo") siempre estaba llena aún cuando sus precios no eran los más bajos (yo personalmente comprobé que muchos productos eran más baratos en la Comercial Mexicana o Wal-Mart). Si pudieramos leer la mente de un cliente de Chalita, lo más probable es que diría: "Si esa es la tienda para los pobres, y yo soy pobre, debo de ir ahí."

Por otro lado, hace más de un año que unos amigos y yo fundamos un grupo de discusión y análisis político, el cual tiene como objetivo el generar conciencia de que la política es un asunto que atañe a todos los ciudadanos. Sin embargo nos hemos dado cuenta que la mayoría se queja de nuestra situación, de la economía, de los impuestos, de las leyes, sin embargo nadie parece saber que el gobierno es el representante de la sociedad, formada por miembros de la sociedad que pudieran ser tú ó yo ó ambos. Estos son algunos ejemplos que me han hecho pensar en todo esto, sin embargo hay muchos más que parecen confirmar mi teoría: el rico no se sube a un camión porque es rico, porque tiene su coche, aún sin pensar en lo que contamina o lo que podría dejar de contaminar (¡ah! pero regresa de Europa feliz porque anduvo en el transporte público todo el día); el empleado siempre se queja del patrón porque es injusto, porque se hace rico a expensas de su trabajo. Parece incluso que hubiera divisiones geográficas en las ciudades, en donde a ciertos lugares solo va cierto tipo de gente. Yo se que esto sucede en muchas partes del mundo, pero siento que en México esto es más pronunciado. Y el problema es que esto hace que cada individuo, como el ejemplo de la piedra, tienda a siempre quedarse en su estado natural, a menos de que un evento improbable suceda, como ganarse la lotería, o ser amigo del político. En México tendemos a pensar que en Japón, Estados Unidos, Alemania o Inglaterra existen leyes estrictas, la gente no tira basura, la gente es decente, se pagan impuestos, y se cuida a la ecología porque son de primer mundo, en vez de pensar que son de primer mundo precisamente por estas actitudes. Aún recuerdo un episodio a mis 5 o 6 años de edad en la que mi padre nos llevó a mi y a mi hermana a andar en bicicleta al parque. Al salir, a la hora de cruzar la avenida, un automóvil nos mentó la madre por "bloquearle el paso" y nos gritó "¡ni que estuvieramos en Japón!" Hay incluso una película que parece corroborar lo que digo: Nosotros los pobres, de Pedro Infante. Todas las tragedias que vive su familia son causadas, precisamente, porque son pobres. Entonces parece ser que nuestra sociedad no visualiza que cualquier persona puede cambiar de estado natural. Que cualquier persona puede ser empresaria. Que con trabajo y dedicación, todos podemos llegar más arriba. Pero para esto se necesita educación y se necesita crear conciencia de que la educación es importante. Hace tiempo conocí a un señor que año tras año se va a Alaska a trabajar en la pesca, lo cual le deja cantidades importantes de dinero. Sin embargo en vez de emprender un negocio, educar a sus hijos, su visión era involucrar a sus hijos en esta actividad, estudiar ¿para qué?
No sé quién o quienes son los culpables de esta estaticidad social. Tal vez los ricos, tal vez los empresarios, tal vez los políticos, o tal vez los pobres. Lo que si es que debemos de empezar a cambiar esa mentalidad si es que queremos reflejar lo que siempre decirmos de los mexicanos, que somos inteligentes, luchones, trabajadores. Tal vez hace falta un poco más de cerebro y menos músculos en nuestro que hacer diario.